martes, 3 de agosto de 2010

Las manos en los bolsillos

Se veía aquel día que todo lo dicho por ti se evaporaría en el ambiente, que tus palabras se perderían en cualquier esquina del catálogo olvidado del cerebro.Se veía venir cuando posaste tus pies sobre tierra andaluza, perdida en el cuarto de baño de aquel aeropuerto, relamiéndote en el espejo a la espera del encuentro.

Se veía venir que no sabrías que decir, que estarías encapotada con los pensamientos, por el babero y las sopas que yo tenía que comer. No hubo beso casto en la frente, ni te lleve la maleta al coche, por no haber no hubo ni presentación, sino más bien una sorpresa envuelta en la incertidumbre (el que esta seguro de todo es un imbécil).

Me besaste en una esquina, no porque la quisieras, sino porque no dabas con ella,con mi boca, te tambaleabas en el aire perseguida por aquella maleta y al momento te preguntaste y ahora que?.

Ahora nada.....

Ahora todo ha cambiado, los miedos existen guardados en el último vértice de materia gris y la ilusión emerge entre horarios desajustados y cenas, docenas de ellas. Y dicen por ahí, que la ilusión es la única manera de mentirnos a nosotros mismos y que esa mentira es la que nos hace feliz. Porque la felicidad es tan eminentemente volátil como la realidad, quién me dice a mi que esto que vivo es real, que no ha sido vivido ya, que no es un dejavu.

Todo en esta vida es un sueño. Mañana no me acordaré de lo que comí el sábado y tampoco de como me fui a pescar al río. Desde hace un tiempo sólo sueño con el mar, las olas y el winsurfin. No sé si estoy loco porque sueño, o sueño porque la locura se apodera de mí. Pero en esas olas del mar, sólo veo algas, y medusas y trocitos de plancton "macroscópico" y te veo a ti volviéndote loca....por mí. No sé vivir a medias, ni sé ni tampoco quiero.

Angosto se hace el camino de la espera, sobre todo en territorio ajeno, y en meses de verano. Cansado de la tecnología pero agradecido de poder vivir en ella. Que hubiera sido de mi sin internet, sin poder comunicarme desde el más allá y créeme cuando lo digo, más pa llá que alcolea.

Angosto en tu mes, todo sigue siendo cuesta arriba desde que nos dejamos caer desde el aire, atrapado en aquel avión que llego de Madrid y de Barcelona. Angosto se hacen los días y las noches, cansado de decirte hasta mañana.

Se fue Julio y llego Agosto, tu mes. Por muchas cosas, y quizás la más inminente es la de la despedida. Ojalá yo supiera contar al revés como tú.

Si el amor es ciego, por que me mira? Yo no quiero dinero , dinero para comprarte, yo solo quiero quererte, meterme las manos en los bolsillos y que no me farte.



Nos vemos cuando nos miremos o cuando se nos reflejen las pupilas.

2 comentarios:

María dijo...

No tengo internet, pero siempre que lo consigo te leo. Es estupendo que se pueda tener todo simplemente teniendo las manos en los bolsillos.
Lo que importa nunca ocupó mucho espacio, ni es pesado, ni tangible (bueno, depende...)

Un besito desde otra constelación

valentin dijo...

oju ,oju, oju,estas fasiiilll,leo escrituras con propiedad,estas fresco poeta,,,como te sento el airecito de España y de Tarifa padre mio..