sábado, 23 de noviembre de 2013

Cuanto estás dispuesto a sufrir?


Todo el mundo quiere sentirse bien. Todo el mundo quiere ser feliz, tener una vida fácil, sentirse enamorado y tener excelentes relaciones. Todo el mundo quiere ser guapo, tener dinero, ser popular, que sea respetado y admirado por todos, hasta el punto de que se abra el Mar Rojo cuando entres en la habitación.

Todo el mundo quiero eso, pero eso es muy fácil de querer. Si te pregunto, que quieres conseguir en tu vida?, seguro que me contestas ser feliz, tener una gran familia y un buen trabajo. Pero esto se dice tanto que ya parece que no tiene ningún significado. 

Quizás la pregunta que deberíamos hacernos es. Cuanto estás dispuesto a sufrir?

Todo el mundo quiere un gran trabajo pero pocos tienen ganas de trabajar más de 60 horas a la semana, viajar para llegar al trabajo, tener un mojón de oficina y de burocracia. La gente quiere ser rica sin el riesgo que eso supone.

Todo el mundo quiere tener unas relaciones de pareja estupendas, pero no todo el mundo esta dispuesto a navegar por las comunicaciones interpersonales, los silencios eternos(se hacen largos estos ehhh), las heridas de los sentimientos y el psicodrama que supone llegar allí. Felicidad supone esfuerzo.

Todo el mundo quiere las buenas cosas, pero la vida no esta determinada por los buenos sentimientos que deseamos, sino por los sentimientos que estamos dispuesto a sostener. Nada en la vida viene de forma fácil.

Si quieres muchos de los beneficios de la vida, también necesitas saber que tiene unos costes. Si quieres la tableta de chocolate en tu barriguita, tienes que saber que hay que sudar, levantarte por las mañanas, pasar hambre.

Solo las cosas difíciles tienen éxito.

El problema es que no nos han enseñado a sufrir. El sufrimiento es el éxtasis de la llegada al objetivo. Valoras la llegada, pero lo que más, el coste. Hay que saber sufrir, apretar los dientes, saber que siempre se puede llegar, hay que mirar al cielo para poder coger aire y subir la escalera de l vida.

No te derrumbas. Porque al final te espera el éxito. 



Nos vemos cuando nos miremos o cuando se nos reflejen las pupilas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Le gané a Pamela Anderson

Una cosa menos para mi lista de cosas que hacer antes de morir. He corrido una marathon, ahora me quedan como unas 13 más que hacer de una lista que nunca se acaba.

La maratón de NY está bien, pero Alcolea es alcolea!!!. 

Sólo puedo decir que atendiendo al entrenamiento intermitente y a la lesión que tuve 10 días antes de la maratón, estoy contento con el resultado. 

Quería llegar en 3.30 min, pero con el entrenamiento que llevaba era impopopoposible.  Iba bien hasta la milla 16, o sea unos 25 km pero después toqué el muro y no lo solté. Es lo que tiene cuando no se entrena como se merece. 


Recuerdo parar para beber en cada control , 3-4 pasos y cuando volvía a correr, mi cuerpo decía ,,,te quieres ir ya,,comprate un poooooni!!!. En el deporte te das cuenta lo importante que es la mente, lo importante de saber sufrir, de aguantar hasta que llegar a tu meta. Las últimas 6 millas se hicieron eternas, pensaba que me quedaba todavía una hora para terminar, y ya no podía más con mi cuerpo.

Pero no paré, llegué sin fuerzas, con hipotermia, vamos que pedí un caldito de pollo (no tenía color con los de mi madre), me senté y sabéis lo que ví?...mucha gente padre!!! Más de 50.000 personas corrieron la maratón y a las 2 horas de terminar todavía llegaban gente a MANSALVA..(que según la rae 1. loc. adv. Sin ningún peligro, sobre seguro.)

En fin, que la terminé. 

Frases que leí durante el recorrido.
-Chuck Norris nunca terminó una maratón.
-Hace 4 meses era más divertido
-Correr una maratón es más fácil que llamar a tu madre tajao.
-Toca aquí para conseguir más poder.
-Corre como si hubieras robado algo.
-Baño disponible, pero sólo para cagar.

La ciudad de NY se vuelca ese día. Recuerdo pasar el primer puente nada más empezar y ver como los helicópteros de la policía se paraban en el cielo a 5 metros del puente para vernos pasar, para darnos ánimos. Recuerdo ver a invidentes correr con su guía, acercarme a ellos y decirles. Estoy orgulloso de tí. Ver como gente con muchas discapacidades se tiran a la calle para correr 42 km, para demostrarse a sí mismos que no tienen límites. Se me saltaban las lágrimas a veces viendo lo grande que es el ser humano, lo bueno que podemos llegar a ser, que somos, la energía positiva que podemos llegar a acumular. Hay que centrarse más en lo bueno.  Recuerdo ver como personas de 60 años me pasaban y pensaba, "No te da vergüenza padre, que te  dobla la edad"" jiijijji.

El año que viene más.
Por lo menos le gané a Pamela Anderson.




Nos vemos cuando nos miremos o cuando se nos reflejen las pupilas