sábado, 11 de enero de 2014

Carta a mi primo Quique

Que cabrón eres, irte sin decirme adiós y después de las vacaciones de Navidad. Que cabrón eres, irte después de las fiestas para no joder a nadie. Que cabrón eres, irte antes de que nazca tu sobrino, de esa forma la pena de tu ida no se mezcla con la llegada de felicidad. Que cabrón eres!!!!

Siempre has sido un cabronazo. 

Siempre me dabas el mejor fusil y el mejor peso para que pudiera pescar más que tu. Siempre me escribías para que te mandará cosas de cachondeo. Siempre dejaste de lado los malos humos y nunca querías hablar de tu enfermedad, tú siempre estabas bien, tú siempre le quitabas importancia ....con lo que se te avecinaba. 

Creo que has descansado, pero estoy seguro que los que no van a descansar son los "primitivos" de la plaza de abastos, ni la mujer con 80 años que se llevaba todo los petardos de las naranjas cuando éramos chicos. Ellos son los que ahora van a tener que despertar del letargo que puedan tener ahi arriba.

Hoy, como cuando se murió mi titi, ha estado lloviendo en Ithaca, después de muchos días nevando y con bajas temperaturas. Será porque Dios estará llorando.

Me dejas huérfano de primo, que cabronazo que eres. Hay muchos, pero ninguno como tú. Hemos crecido juntos, cuando nuestras vidas no estaban contaminadas por el tiempo, hemos vivido juntos, yo sé quién eres tu y tu sabes quién soy yo. 

Eres un cabronazo porque no me convenciste lo suficiente. Has sabido vivir la vida sin ataduras, sin el que dirán (que jodidamente malo es el que dirán), sin materialismo superfluos. Tú, has sido libre (si en estos tiempos todavía podemos creer en la libertad) y no me enseñaste lo suficiente. 

Sé que te despediste de mí a tu manera. Que uno de esos tiros a las torcaces, le querías dar a Dios para que te dejará en paz, mientras que yo hablaba con él para encontrar una solución. 

Duele mucho el no estar ahí, en España, con tus padres, tus hermanos. Duele mucho no poder haberte abrazado, haberte susurrado en el oído todo lo que te quiero. Duele mucho no poder compartir y aguantar el dolor de tu pérdida. Duele tanto no despedirse como se debe primo, duele tanto!!!!. 

Duele mucho primo, duele mucho y no lo sabes bien.

Te has ido, y te has llevado una parte de mi contigo. 

Yo soy yo y mis casualidades. Doy gracias al universo por haber vivido contigo tantas cosas, porque decidieras que podía compartir contigo tu tiempo. Doy gracias porque siempre que estábamos juntos yo me sentía libre, lo sentía primo.  Yo siempre aprendí más de ti que tu de mí. 

Tengo que escribirte para decírtelo. Te quiero primo, te querré siempre y estarás siempre conmigo. Tú te irás cuando yo me vaya. Hoy no te vas, no seas tan cabronazo.  

Que cosita más bonita mi primo y que pena más grande. 

Un abrazo largo para mis titos, para mis primos, que sé que están sufriendo y yo sin estar ahi para llorar con ellos.


Nos vemos cuando nos miremos o cuando se nos reflejen las pupilas. 

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