martes, 1 de marzo de 2011

Por los rincones de las esquinas del globo

Tiempos inmemoriales son aquellos en los que la mente no acerca a recordar. En ese pasado que está más allá de lo que uno puede alcanzar con la propia mano y con la vista. Hace tiempo que no te escribo como debiera, pero nunca dije que lo haría. Soy yo y mis circunstancias, Ortega y Gasset, no sólo era el más listo de la clase sino que también tenía estudios.

Esto de enamorarse está bien pero le quita a uno el tiempo y más cuando sólo se tiene a esa persona, como patas de una silla que sólo tiene 3 apoyos, nos cogemos de la mano y caminamos entre el frío de Swift, los miedos personales y las angustias de un futuro incierto pero a la vez rebelde.

Y ya ves, no me reconozco ni a mi. No he terminado el vídeo del 2010, tengo el pelo mas largo, como coles de bruselas cuando antes no me gustaban, llamo enchegar a arrancar el coche.... Llevo tiempo queriéndote escribirte, pero ha sido hoy cuando ha sido posible. Estoy en casa sólo, escuchando flamenco, Vanesa está en clase de pintura.

Es complicado encontrar un tiempecito pa mi en estos momentos. Desde que collares llegó a Swift, me concentro en ella, en que se sienta bien, en que no se desilusione con el inglés, en hacerle ver que las cosas no son tan complicadas y eso me deja poco tiempo para mi. He sido como dije en la otra entrada del blog mucho tiempo gato sin gata y los cambios se hacen notar.

Echo cosas de menos esa soledad impuesta por mi que me hacía bailar entre las aguas revueltas de mi corazón y mi mente. Pero , todo sea dicho, mi situación actual me aporta mucho más de lo que me quita. Puedo decir que me siento en paz al lado de collares. Me recogió con mi bicicleta raquítica de la calle y me enseño a caminar de la mano. A veces,echo de menos nuestras conversaciones, nuestros miedos vomitados con letras, pero supongo que la alegría no tiene buena literatura, crearía envidia.

Me da miedo irme de aquí, supongo que el mismo efecto que tienen los secuestrados con el secuestrador, o como en la película de cadena perpetua, donde la libertad implicaba la muerte; pues algo así, los cambios aunque necesarios, son dolorosos.

En fin, el pan de cada día.

Dentro de poco será tu cumpleaños, collares y yo te felicitamos con un besito en la frente y con la ilusión de que esos pequeños sueños que tienes, se hagan realidad, pero sólo un par de ellos. Coge tu bola del mundo y piérdete por los rincones de las esquinas del globo terráqueo.

The drums,,,always....surviveeeeeeeeeee!!!!



Nos vemos cuando nos miremos o cuando se nos reflejen las pupilas

1 comentario:

María dijo...

Enamorarse quita tiempo, o no.
Los días siguen teniendo los mismos minutos, las mismas horas.
Y 365 días después, un año más.
Lo que cambia es el uso.
Echo de menos las antiguas costumbres, las charlas eternas, el devenir y el porvenir que parecía no venir hasta que nos dio en toda la cara.
Si es cierto que es menos costoso soñar lo que uno quiere que vivir lo que un quiere. Pero sabíamos que fácil no siempre es bonito.

Echo de menos muchas cosas, pero por el momento parece que no repetiré ese "Amor, te echo de menos".

Me daré una vuelta con mi mundo, y te lo seguiré contando...

Gracias. Por adelantado