En Julio, las mañanas huelen a tierra mojada, los pájaros hablan a escondidas y mientras tanto tu sueñas con playas, sol, paellas y vinos. Anda despierta que estamos en Ithaca.
Este mes he terminado un libro que tenía en la reserva desde hace mucho tiempo. Exactamente desde que collares me dijo que lo leyera.
El libro es de Alejandro Dumas, largo como el sólo, pero con una trama la verdad impresionante. Lo he leído en libro electrónico y lo que mola de ello es que puedes subrayar y puedes irte a esos párrafos que te molan del libro en un instante.
"Danglars era uno de esos hombres calculistas que nacen con una pluma detrás de la oreja y un tintero por corazón"
"Todo mal tiene dos remedios, el tiempo y el silencio"
"Los hombres generosos son siempre compasivos, cuando la desgracia de su adversario es mayor que su odio"
"la sabiduria humana se encierra toda ella en estas dos palabras, "confiar y esperar"
Julio ,el mes, en Ithaca es como abril en Andalucía. Llueve, hace mucho caló, llegan tormentas, es como esas personas que ni comen ni dejan comer.
He conocido a un sevillano en un curso aquí en Cornell. Se llama Joaquín, y esta de postdoctoral en Oklahoma. Kini tiene arte, nació en la tacita de plata y se movio para Sevilla muy joven. Trabaja con la pulga del agua, y está perdió como el barco del arró en la Oklahoma profunda.
Queda menos de un mes para que empiecen las clases. Queda menos de 4 días para que Adriana se case.
La vida nos come.
Nos vemos cuando nos miremos os cuando se nos reflejen las pupilas
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